Son los aprendices del brujo, quienes tuvieron la fortuna de formar parte de las brigadas del mejor restaurante del mundo. Un galardón sin precio.
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Txema Llamosas «Siendo novato no era fácil entender elBulli»

Al patrón de Casa Garras su paso por Cala Montjoi le sirvió para descubrir una cocina distinta a la tradicional. «Aquello no era un laboratorio como decía Santamaría, había muchísimo trabajo y mano de obra. También mucha tensión. Había nervios. Te miraban Oriol Castro, Xatruch, Casañas, Eugeni… los mejores».
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