Lo que nos gusta huir de la ciudad, adentrarnos en la espesura y resguardarnos en platos de cuchara y postres contundentes. Con el otoño llega el ruralismo: te contamos cómo reponer fuerzas entre florecillas.

ARTÍCULO EL COMIDISTA

A continuación nos desplazamos a Carranza, el municipio más grande en extensión de Vizcaya, pero a la vez uno de los valles más desconocidos. En sus profundidades, más concretamente en el barrio de Concha, se encuentra Casa Garras. Loitxate explica que se trata de una casa de comidas con dos vertientes: “Por un lado está la cocina tradicional, donde destacan sus alubias al estilo de antes, con unos sacramentos de auténtico escándalo; y por otro, la alternativa moderna, en la que Txema Llamosas da rienda suelta a la creatividad con un menú degustación impecable y una relación calidad-precio que ya les gustaría a muchos restaurantes Michelin”. Este viajero nos deja dos sugerencias sobre la bebida: “Atrévete a maridar la comida con Petite, el elegante txakoli de Pilar Llamosas, y no te vayas sin probar el gin-tonic de manzana que preparan en barra”.

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