Ayer vivimos uno de los días más especiales del año: la vendimia 2025 en nuestras viñas. Un momento que reúne tradición, esfuerzo y la ilusión de una familia que sigue cuidando de su tierra generación tras generación.









Cada racimo de uva recogido es fruto de meses de trabajo y dedicación, y también el inicio de un nuevo camino: el que dará vida al próximo PETITE TXAKOLINA. Un vino que no solo refleja el carácter de nuestra tierra, sino también la pasión y el compromiso de quienes formamos parte de Casa Garras.
Queremos agradecer a todas las manos que hicieron posible esta jornada: familia, equipo y amigos que compartieron con nosotros la emoción de la vendimia.
Ahora, mientras las uvas comienzan su transformación en bodega, guardamos en la memoria la alegría de un día inolvidable.

Debe estar conectado para enviar un comentario.